domingo, abril 03, 2005

La tortuga Manuelita

Por María Elena Walsh
Manuelita vivía en Pehuajó,
pero un día se alejó;
nadie sabe bien por qué,
pero un día ella se fue,
un poquito caminando
y otro poquitito a pie...
Manuelita, Manuelita, Manuelita,
¿dónde vas?
con tu traje de malaquita
y tu paso tan audaz...

Manuelita una vez se enamoró,
de un tortugo que pasó.
Dijo: "¿Qué podré yo hacer?
¡Vieja no me va a querer!
En París y con paciencia
me podrán embellecer."
En la tintorería de París,
la pintaron con barniz,
la plancharon en francés,
del derecho y del revés,
le pusieron peluquita
y botitas en los pies...
Tanto tiempo tardó en cruzar el
mar, que allí se volvió a arrugar,
y por eso regresó,
vieja como se marchó,
a buscar a su tortugo
que la espera en Pehuajó...

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