jueves, marzo 23, 2006

Me acuerdo de,,, 1

Por Lukre

Me acuerdo de la ubicación privilegiada de la Victoria Alada de Samotracia que esta en el descanso de la escalinata principal de Louvre.

Siempre he tenido la sensación que esta en una pista de despegue esperando un buen viento para hinchar las alas y volar, por eso cuando leí la noticia en Le Figaro, ese domingo lluvioso, no me extraño. Sabía que alguna vez algo así iba a pasar o fantaseaba con ello.

La primera vez que la vi, apoyada en el descanso de esa escalera de cuatro tramos, majestuosa, como dando la bienvenida a todo ser viviente que entrara por esos peldaños, me enamoró.

Por ese acceso, suben la mayoría de los visitantes al edificio, por ahí se va a la sección de pintura, siendo la más visitada. No es de extrañar que la dirección decidiera ponerla ahí, a una de las esculturas más conocidas por el publico y mas significativa en la historia del arte.
Pero el turista normal, ¿sabia su historia? ¿Se daba cuenta que estaba atrapada en su propia fama? ¿Qué quería volver a ser libre?

El primer día que la vi, me di cuenta que se sentía enjaulada en una especie de escaparate.
Ella, la que había precedido la proa de un barco Helénico, surcando ese mar azul profundo que es el Egeo, donde el viento acariciaba sus alas casi extendidas y plegaba sus ropajes aun más con la erosión, que los cincelados por las manos del escultor creador.

¿En que tormenta sello su destino?, perdiéndose por los siglos en las profundidades oscuras del mar hasta que unos cazadores de tesoros la encofraran y pusieran en su jaula de cristal imaginaria que era el museo.
Ahora los turistas pasaban junto a ella, se sacaban fotos, la tocaban pero ¿la entendían? ¿Se daban cuanta que se quería escapar?

Cuando los guardas del museo entraron ese fin de semana a abrir las salas, se dieron cuenta que la estatua ya no estaba, que había desaparecido. Dos ventanas de la parte superior del gran espacio de la escalera estaban abiertas...”
Yo sonreí al terminar de leer la noticia, cerré el diario y termine el café. Ya no quería leer más, de las sospechas de la policía sobre los autores del robo, si había o no testigos.
Para mí, al fin la Victoria alada era libre, al fin era feliz.

1 comentario:

Enigma dijo...

Clap clap clap... la confesion siempre ayuda a la paz.

Saludos

El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra